Los
estudiantes motivados se expresan a través de varios comportamientos
observables; escuchan explicaciones, preguntan, son activos, reactivos y
proactivos, permanecen concentrados en la tarea, e incluso, si fracasan, quieren
seguir progresando, expresan su satisfacción al final de la sesión y después
hablan de ello dentro y fuera de clase. Pero dentro del mismo grupo, también
los hay que están preocupados en otra cosa, distraen a los demás y sobre todo
esquivan la actividad propuesta (Durand, 1988; Papaioannou, 1995; Duda, 1996;
Dorobantu y Biddle, 1997).
Estos
poseen también una motivación que les hace actuar pero es otra. Otros pueden
ser amorfos, sin dinamismo y a los que todo les da igual. Esto, nos induce a
considerar que la motivación debe ser comprendida en el marco del estudio de
los comportamientos humanos. El comportamiento es “una función de relación”, relación de un sujeto con su entorno,
con los seres y las cosas que le rodean. Es la expresión objetiva de las
reacciones de adaptación de este sujeto a las variables de este entorno que es “percibido y concebido”, es decir, que
para él adquiere significado (Nuttin, 1980, citado por Florence y cols, 2000).
El ser humano busca constantemente
mantenerse en equilibrio, busca adaptarse, esta adaptación se produce de dos
maneras, por “acomodamiento”, cuando
el individuo se transforma para encontrar un equilibrio con su medio; y por “asimilación”, cuando actúa sobre su
medio para transformarlo (Minder, 1986, citado por Florence y cols, 2000).
Así, en el ser humano, hay una
necesidad fundamental de mantenerse en equilibrio, pero también de desplegarse
e incrementar su dominio sobre el medio. Gracias a la educación, esta necesidad
se diferenciara en una diversidad de necesidades que calificaremos de
experiencia, necesidades de seguridad, contactos sociales, valorización,
cognición y donde el entorno pedagógico falte o sea unilateral, los jóvenes se
encuentran con muy poco dinamismo, poco deseo de aprender y emprender (Cervelló
y Santos-Rosa, 2000; Florence y cols., 2000).
En
un principio el grupo de clase es por naturaleza un lugar de obligación y
confrontación. El profesor llega a con contenidos (objetivos y practicas), que
para él tienen un gran interés, y los estudiantes están ahí con sus propias
expectativas y sus propias ideas, acerca de las clases de educación física
(Duda, 2001)
Entonces,
el profesor se encuentra en un dilema, tratando de transformar la obligación en
motivación y la confrontación en relación. El profesor trataría de hacer que
los estudiantes tengan ganas de aprender lo que se considera que se debe
enseñar. Entraríamos entonces a enseñar de manera motivadora, es poner al
estudiante en condiciones que le desafían, que estimulan en él necesidades latentes
y le incitan a reaccionar apropiándose de las finalidades propuestas. Motivar
es poner a los estudiantes en estado de falta, en estado de apetito, en estado
de desequilibrio constructivo, es darles finalidades que activen en ellos
necesidades, deseos de lograr dichas finalidades (Florence y cols., 2000, Duda,
2001, Iglesias y cols., 2003, Jiménez y cols., 2004).
En
el proceso de enseñanza-aprendizaje, la motivación es una fuerza que, teniendo
su origen en las necesidades de estudiante, pone en marcha y mantiene su acción
en la dirección de una finalidad, estando influida por las condiciones del
entorno propio de la educación física.
Especificidad de la motivación en Educación Física.
Esta definición se diferencia un poco de los enfoques de tipo cognitivo, que mas adelante mencionaremos, estos enfoques recalcan sobre todos los aspectos perceptivos y de decisión del comportamiento del estudiante dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje, dejando poco espacio a la afectividad, a las nociones de deseo y placer (Viau, 1994, citado por Florence y cols, 2000).
En Eucación Física las motivaciones tendrán necesariamente una colaboración particular de:
· Las nociones de placer; de placer en el movimiento, de equilibrio y esparcimiento, tan poco toleradas, incluso ausentes en las disciplinas intelectuales.
· Los estudiantes tienen un contacto privilegiado con los elementos naturales, el sol, el agua, el aire y el espacio.
· Principalmente por el hecho social, ”deporte”, reforzado por los medios de comunicación, la relación con la vida social es permanente.
· El aprendizaje se desarrolla en condiciones en la que las interacciones entre los estudiantes se imponen por sí mismas (ayudarse, cooperar, imitar...).
Variables a considerar en el proceso de la motivación
Partiendo de las variables que interactúan en el proceso de la motivación y así abordar el contenido de forma más estructurada:
· Variables biológicas: la interacción sistema nervioso y ambiente. El desarrollo de las motivaciones.
· Variables personales: Motivación de logro, de afiliación y de poder.
· Variables externas: Valores culturales. Refuerzo social.
· Variables cognitivas: Expectativas. Metas. Autoeficacia percibida. Incentivos.
· Variables emocionales: Estados emocionales. Intensidad, calidad y estabilidad del afecto.
REFERENCIAS
Cervelló, E.,
Santos-Rosa, F.
(2000). Motivación en las clases de educación física: Un estudio desde la
perspectiva de las metas de logro en el contexto educativo. Revista de Psicología del Deporte, 1-2, 51-70.
DOROBANTU, M.,
BIDDLE, S. (1997). The influence of situational and individual goals on the
intrinsic motivation of Romanian adolescents toward physical education. European Yearbook of Sport Psychology, 1,
148 – 165.
DURAND, M. (1988). El Niño y el Deporte. Paidos. Educación Física. MEC. Barcelona.
DUDA, J. (1996).
Maximizing motivation in sport and physical education among children and
adolescents: The case for greater task involvement. Quest,
48,
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Duda, J. (2001). Ejercicio
físico, motivación y salud. En J. Devis (coord.) La Educación
física, el Deporte y la Salud
en el siglo XXI (pp. 271-281). Alcoy: Marfil.
FLORENCE, J.,
BRUNELLE, J., CARLIER, G. (2000). Enseñar
educación física en secundaria. Motivación, Organización y Control. INDE.
Barcelona.
Iglesias, D.,
García, T., Ramos, L., Del Villar, F. (2003). Un estudio confirmatorio de
la validez situacional de la escala del clima motivacional en una clase de
educación física. En S. Márquez (coord.), Psicología
de la Actividad Física
y el Deporte: Perspectiva Latina (pp. 81-87). León: Universidad de León.
JIMÉNEZ, R., SANTOS-ROSA, F. J., GARCIA, T.,
IGLESIAS, D., CERVELLO, E. (2004).
Análisis de las relaciones entre los climas motivacionales, las orientaciones
de meta y los otros significativos a través de la práctica de actividad física
y deportiva extraescolar. European Journal of Human Movement, 11, 89-103.
PAPAIOANNOU, A.
(1995). Motivation and goals perspectives in children’s physical education. En
S.J.H. Boddle (ed). European Perspectives
on Exercise and Sport Psychology (pp. 245-269). Champaign, IL: Human Kinetics.